Técnicas para generar ideas creativas

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Antes de innovar, antes de reinventarnos en cualquier área, ocurre un proceso mental a través del cual se logra un aprendizaje, que nos permite generar ideas y que más adelante se convertirán en nuevos servicios o productos.

Dentro de la industria legal, con frecuencia existe una sensación de bloqueo o falta de ideas para innovar, producto de la formación esquematizada y estricta que recibimos en la universidad, compuesto por un plan académico escaso de materias destinadas a estimular nuestra creatividad. Consecuentemente, mantenemos un pensamiento vertical durante nuestra vida laboral.

Para mitigar esto, existen técnicas que nos conducen a desbloquearnos. Sin embargo, la misma receta no funciona para todos los ámbitos. Durante el curso que tomé sobre Innovación, Creatividad y Cambio con la Universidad de Penn State, aprendí alrededor de ocho técnicas, de las cuales hay dos que considero pueden funcionar muy bien para el sector legal, y hoy se las comparto:

  • La técnica Scamper,creada por Bob Eberlee, que por sus siglas que por sus siglas significa: Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Proponer otros usos, Eliminar y Reordenar, funciona para mejorar productos y servicios ya existentes.

Por ejemplo, tomemos un servicio legal tradicional, usualmente demorado y burocrático como lo es la confección de escrituras públicas para préstamos hipotecarios. Ahora apliquemos la técnica para transformarlo en un servicio innovador. Pregúntense lo siguiente:

S: ¿Qué podemos SUSTITUIR para bajar costos?

C: ¿Podemos COMBINAR este servicio con otro para aportar valor?

A: ¿Cómo lo podemos ADAPTAR para llegar a más personas?

M: ¿Qué puedo MODIFICAR para ahorrar tiempo?

P: ¿En qué otros usos podemos PROPONERLO?

E: ¿Qué puedo ELIMINAR para simplificarlo?

R: ¿Y si RE-ORDENAMOS el proceso?

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  • Brainwriting: esta técnica fue desarrollada en 1968 por el profesor Bernd Rohrbach, y se trata de una modificación del clásico Brainstorming, porque incentiva la participación grupal e igualitaria entre todos los miembros de una empresa, utilizando ideas escritas en vez de verbales.  

Supongamos que una firma de abogados desea crear un servicio para impulsar la comercialización de las marcas de sus clientes. Este escenario es ideal para utilizar el «Brainwriting». Lo primero, es reunir un grupo de al menos 6 personas y explicarles claramente el asunto o problema que se quiere abordar.

Cada participante, deberá tomar un papel y anotar 3 o 4 ideas disruptivas, no importa que tan alocada o fuera de lo común suenen. Al cabo de 10 minutos, todas las notas se colocan sobre la mesa, y cada persona toma un papel distinto al suyo, donde va a anotar otra idea distinta a las que ya listó en un inicio. Esta operación puede repetirse hasta 2 veces. Terminado el proceso, se abre el debate a las distintas ideas, para encontrar el mejor proyecto a iniciar.

Beneficios: fomenta la interacción entre los grupos, y al tratarse de ideas escritas las personas pierden el miedo a expresarse. Hay una diversidad y estilos de pensamiento, lo cual es vital en cualquier proceso creativo. 

Ambas técnicas son perfectamente viables en la industria legal. Los invito a probar ambas, y a arriesgarse a innovar en sus servicios. Como bien lo dice Edward de Bono en su libro El Pensamiento Creativo:

“La creatividad proviene de los rebeldes. Los conformistas están muy ocupados aprendiendo las reglas del juego, aplicándolas, adaptándose. Los rebeldes, por el contrario están destinados a desafiar los conceptos existentes y a buscar nuevos modos de acción”(Bono, 2004).